Convirtiéndose en Antropologo en medio de Precariedades Multifacéticas

2024-01-23

Las disciplinas académicas prosperan y sobreviven por varias razones. En antropología, la disciplina abre camino tejiendo movimientos espirales que consideran el tiempo, el espacio, género, raza, economía, religión, política y otras intersecciones - creando prácticas de hacer-mundos, tales como teorías, métodos y carreras. La producción del conocimiento antropológico es vasta - ya que su fuerza motora viene del estudio del humano en relación con: otros humanos y más-que-humanos, agencias que forman parte del planeta y componen la vida social - haciéndose difícil medir su alcance de investigación. Aun así, tal proceso está repleto de precariedades, especialmente para jóvenes aspirantes a antropólogues dentro y fuera del  Sur Global. Nunca es tan simple hacer investigación o continuar una carrera académica. Algunos se detienen después de terminar el bachillerato, otros durante la maestría o doctorado, y pocos experimentan cómo es conseguir un empleo como antropólogue.

Con programas de diplomacia y de reciprocidad nacionales e internacionales, jóvenes se embarcan en viajes para iniciar, o continuar,  sus carreras académicas en otras regiones de sus países de origen o en el extranjero. Sin embargo, tales experiencias frecuentemente surgen con una serie de desafíos: diferencias culturales, barreras lingüísticas, inestabilidad financiera, orientación académica limitada, estructuras gubernamentales e institucionales rigurosas, reforzadas por desigualdades de género, raza, religión y otras intersecciones sociales.

Así, lo que podría aparecer como una experiencia prestigiosa para la obtención de un diploma, y posiblemente un medio de conseguir una vida personal y profesional más estable financieramente, revela la precariedad que enfrentan los académicos en ascenso. Pero, como argumenta Anna Tsing (2015, p.27), "Un valor de mantener la precariedad en mente es que nos recuerda que cambiar de acuerdo con las circunstancias es la clave para la supervivencia". Si bien estas situaciones son, de hecho, terribles, también pueden catalizar nuevos conocimientos, metodologías y prácticas a medida que jóvenes investigadores adquieren las competencias para una "navegación competente en la crisis" (Shevchenko, 2009). En antropología, estas experiencias también llevan a la reflexividad, a las posiciones y a nuevas redes que van más allá de la política del trabajo de campo.

Así, este dossier temático busca reunir trabajos de jóvenes investigadores que se dedican a las precariedades enfrentadas durante su formación académica en antropología. Estamos interesados en prácticas que analicen procesos de institucionalización, configuraciones coloniales y poscoloniales en la enseñanza y el aprendizaje, tales como metodologías en el aula, construcción de menús y jerarquías fijas en los currículos. Alentamos reflexiones autoetnográficas y esfuerzos colaborativos que abordan la política dentro y fuera de la academia, la burocracia, la movilidad, prácticas de cuidado y solidaridad, teniendo en cuenta la interseccionalidad y las emociones. Al tratar y transformar ambientes académicos precarios, también estamos interesados en relatos etnográficos y prácticas de estudiantes de antropología miembros de comunidades indígenas y otras comunidades tradicionales.

Envío del trabajo hasta 31 del marzo del 2024.